24 de abril de 2013

Nunca me abandones.

Pocas han sido las veces en las que he visto una película antes de leerme el libro en el que está basada, pero este es el caso que hoy ocupo. 
Corría el día de Sant Jordi de hace un par de años y yo estaba en el Fnac dispuesta a hacerme un auto-regalo, ojeando por las estanterías, encontré un libro llamado "Nunca me abandones" del autor Kazuo Ishiguro, después de leer la sinopsis me pareció una opción bastante interesante pero mi devoción por las obras de Jane Austen terminó por hacerme abandonar el libro sobre una sección llena de libros de Sherlock Holmes.
Un año o así después, desarrollé una sana obsesión por el actor Andrew Garfield y casualmente, entre su filmografía, figuraba el título del libro que abandoné en su día.
 Dado que por esa época me había propuesto ver todas y cada una de sus películas, una noche de pleno aburrimiento me la puse para ver qué tal y estaba, y qué gran decisión (con gran llorera post-film incluida)

Debo reconocer que si no sabes de qué va la trama, hasta mitad de película no te enteras muy bien de las cosas a las que se refieren, ni el por qué de sus actitudes, pero una vez se descubre el pastel y a medida que se acercan inevitablemente a un destino del que no pueden escapar, te encuentras sin darte cuenta metido hasta las trancas en la trama.

Como la historia de la película me impactó y se me hizo bastante corta, quise saber más y me decidí a leer el libro. 
Pondría mi propia sinopsis pero como tengo un grave caso de spoilitis aguda pues casi que para ahorrar desvelar cosas, copio y pego. 
A primera vista, los jóvenes que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
No me equivocaba al pensar que el libro sería mucho mejor que la película. Este es uno de los libros que deja huella, que te deja pensativo. Me caló hondo, sobretodo en el aspecto de las relaciones personales. Es uno de esos libros que te mantiene con una sensación de desasosiego constante, puesto que la protagonista Kathy H, revela en las primeras páginas el futuro que espera a los niños que protagonizan el libro. 

Hay que tener cuidado porque engancha desde la primera página y nos mantiene pegados al destino de estos jóvenes, que tienen una leve esperanza de que por una vez, las reglas puedan cambiarse.
En mi opinión, es una de las novelas (de matices distópicos) más bonitas y a su vez inquietantes que haya podido leer. Me impresionó la manera en que los personajes, pese a ser conscientes de la injusticia del sentido de su creación, aceptan  su condición. Sin duda un descubrimiento que os dejará dándole vueltas al final una vez lo terminéis. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes alguna duda, comentario, o sugerencia con respecto al blog, no dudes en escribirla. Serán bien recibidas :)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...